La lectura ofrece espacios de libertad
Jazmina Barrera, editora en Ediciones Antílope, comparte sus lecturas memorables y los libros que construyen su biblioteca personal.
En esta serie de entrevistas alrededor de la lectura, Gris Tormenta desea mostrar a un lector obsesionado con un puñado de libros; una obsesión que invite a otro lector a asomarse a una mente, a una manera ajena de leer, y acercarse a esos títulos que quizá desconozca o no ha leído todavía. ¿Cómo y por qué se desarrollan sentimientos por un libro en particular? ¿Qué provocaciones podemos encontrar en la exposición de esas emociones? ¿Podemos llegar al otro a través de sus lecturas?
¿Cuáles han sido tus lecturas más memorables, los libros que relees o podrías releer?
Cuando era niña, leía todas las noches, al principio con mi madre y después sola. Ahora, con mi hijo estoy releyendo muchos de los cuentos que de niña me encantaron, desde Edward Gorey hasta los hermanos Grimm. A los cuentos de hadas siempre regreso. Hay algo en su simpleza, su misterio, su crueldad y su humor que me fascina. Tengo una pequeña colección de cuentos de hadas que atesoro. Vuelvo también a varias autoras que fueron fundamentales en mi educación sentimental y feminista: Jane Austen, Virginia Woolf, Shirley Jackson, Angela Carter y Rosario Castellanos. Su compañía es como la de las viejas amigas (algunas viejas amigas, al menos): familiar y cómoda, pero nunca aburrida.
¿Cómo sabes cuando estás frente a un texto inagotable, cómo se convierte en un clásico personal?
Cuando los márgenes están llenos de las estrellitas malhechas que dibujo junto a mis frases favoritas, cuando se me olvida que estoy leyendo un libro, cuando no puedo parar de leer, pero no quiero que el libro se termine.
¿Cuál es el último que has descubierto?
Leí Los testamentos, de Margaret Atwood, y lo disfruté con ese disfrute absoluto de la infancia, con el goce de la lectura más inocente. De pronto despertaba en la mañana con la sensación de que algo terrible estaba pasando en mi vida y ahí recordaba que no, que algo terrible estaba pasando en la novela.
¿Cómo es tu biblioteca, cómo está catalogada?
Comparto mi biblioteca con mi esposo, Alejandro Zambra, que también es escritor. Cuando se mudó de Chile, Alejandro donó su biblioteca personal y, aunque nunca lo diría en público, está muy arrepentido. Ahora se obsesionó con nuestra biblioteca, y la ordena y reacomoda todo el rato. Además, alguna vez trabajó de bibliotecario, así que tiene mucha más idea que yo sobre la clasificación de libros. Él estuvo a cargo del nuevo acomodo ahora que nos mudamos. Buena parte de los libros están clasificados por idiomas. Después hay algunas secciones con temas: libros de arte, feminismo, libros sobre faros, libros sobre gatos, psicoanálisis, ciencia, educación, cuentos de hadas, fantasía y libros infantiles. Hay un par de libreros donde tenemos las colecciones de ciertas editoriales que nos parecen más hermosas. Con esas colecciones, Alejandro hizo una especie de composición visual, las ordenó por colores y tamaños, hizo cosas que yo jamás haría, como dividir una colección a la mitad y separarla por motivos meramente pictóricos.
Un libro que te haya gustado mucho y muy pocos han leído.
Hay algunos que no se han traducido al español todavía, por ejemplo: Swimming Studies, de Leanne Shapton; Ongoingness, de Sarah Manguso; y Être ici est une splendeur, de Marie Darrieussecq. Me parece que algunos de estos quedarían muy bien en las colecciones de Gris Tormenta, por cierto.
Un libro raro de tu biblioteca que —sospechas— nadie más en la ciudad tiene.
Christopher Cricket on Cats, de Anthony Euwer. Un libro muy divertido de 1909 con textos y poemas sobre gatos y fantasmas.
¿Cuál libro te ha hecho reír recientemente?
Escuela de fantasía, de Gianni Rodari. Es un libro brillante, de ensayos sobre literatura y educación, escrito con un gran sentido del humor.
¿Cuáles libros has regalado o podrías regalar muchas veces? ¿Cuál es el mejor libro que te han regalado?
He regalado muchas veces Ada o el ardor, de Nabokov; y también Bluets, de Maggie Nelson. No sé cuál sea el mejor libro que me han regalado, tengo una memoria malagradecida. Alejandro me regaló de navidad la poesía completa de Audre Lorde, y es lo máximo.
Tu editorial —o colección— favorita.
¡Ediciones Antílope, por supuesto! Y también Almadía, dos casas de mi corazón. También resulta que son editoriales que apuestan por el diseño, por la experiencia material del libro. Además me gustan las colecciones de libros pequeños: Nuevos Cuadernos Anagrama; Relato Licenciado Vidriera, de la UNAM; Editor, de Gris Tormenta.
Tu libro más caro.
Cuando era niña, la hermana de la exnovia de mi tía se mudó a un asilo y me regaló sus libros. Era una bibliófila y me dejó varias joyas, entre ellas una edición del Orlando, de Virginia Woolf, que fue impreso en Hogarth Press, la editorial que tenía Woolf con su esposo, Leonard. Se dice que imprimían sus libros en la cocina de la casa. Creo que debe ser el más caro, sin duda es uno de los que más quiero.
Un libro robado.
Todavía no devuelto, que es distinto de robado: Restauración, de Ave Barrera (gran libro, por cierto). Me lo prestó mi amigo César, y siempre se me olvida devolvérselo. Así con varios otros.
Algo que no hayas leído todavía.
Quiero leer Panza de burro, de Andrea Abreu. Me han hablado muy bien de él.
Algo que «tenía que gustarte» y no te gustó.
Estoy leyendo la obra completa de Elena Garro para escribir un ensayo. Amo la mayoría de sus cuentos, novelas y obras de teatro, pero ahora empecé con la poesía, y la verdad es que me decepcionó. Tenía muchas ganas de que me gustara, pero me resulta muy solemne, y eso que ella tiene casi siempre un gran sentido del humor.
Algo que hayas aprendido de un libro recientemente.
En un libro para niños aprendí que Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno son planetas gaseosos. Es decir que no podríamos aterrizar en ellos, nuestra nave espacial los atravesaría. Son planetas fantasmas. El dato me impresionó mucho.
¿Qué te ha dado la lectura o qué ha hecho posible?
No sé cómo evadir la cursilería en esta respuesta, así que me disculpo de antemano. La lectura me ha dado espacios de libertad, de juego, de reflexión, de epifanías, de dudas, de entretenimiento, de aburrimiento, de escape, de compromiso, de compañía y de soledad. A la lectura le debo buena parte de mi alegría de vivir.
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Jazmina Barrera (Ciudad de México, 1988) es ensayista y traductora. Ha escrito en revistas como Letras Libres y Tierra Adentro. Es autora de Cuerpo extraño —Premio Latin American Voices de Ensayo 2013—, Cuaderno de faros y Linea nigra.
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